Libertad de expresión

Datos personales

Mi foto
Todos los seres viven unos instantes de éxtasis que señalan el momento culminante de su vida, el instante supremo de la existencia; y el éxtasis brota en la plenitud de la existencia pero con completo olvido de la existencia misma. "LA LLAMADA DE LA SELVA" JACK LONDON

23.11.25

Estrujemos al cerebro hasta hacerlo pensar



La memoria es un tema apasionante para entablar el principio de un debate o conversación, ya que aunque esté estudiada y tengamos algunos datos sobre ella, no dejan de ser datos generales, y no individuales, es decir, la memoria que cada uno posee en cuanto a prolongación, retenimiento o enfoque. Me gustaría hablar de la memoria en todas sus facetas, cuando nos referimos a los recuerdos, cuando debemos retener datos e información, la memoria a largo plazo, a corto plazo, la memoria en el subconsciente, la consciente, la memoria corporal... La memoria en sí me resulta tan fascinante que cualquiera de estos temas llaman mi atención, pero desgraciadamente, aquí, en este post, no voy a poder tocar todos y cada uno de ellos, porque conociéndome... y siendo consciente de que no puedo, ni me apetece, hablar de un tema escuetamente, ya sabéis que me enrollo más que una persiana, se alargaría demasiado, incluso, aunque resulte inverosímil, hasta para mí. Así que intentaré escoger los temas que más me interesen, y en todo caso, en otro post, abarcaré los restantes, si cabe lugar algún día...jeje.
Voy a comenzar por el que más llama mi atención, la memoria que guarda los recuerdos. 
Hay veces que recordamos situaciones que no deseamos, o por el contrario, momentos que no queremos olvidar, y es cierto que la mayoría de las veces no depende de lo que deseemos, la memoria actúa por cuenta propia, recordando lo que no queremos y olvidando lo que considerábamos importante. Que putada ¿No? A ver, si el cerebro está en nuestro cuerpo, pertenece a nosotros, que supuestamente controlamos, o pensamos que somos capaces de controlar ¿Por qué no podemos controlar también los recuerdos? Quizá se deba a la atención que pongamos justo cuando estamos viviendo ese momento que posteriormente se convertirá en recuerdo, pero siendo así ¿Por qué, en ocasiones, se quedan grabadas circunstancias desagradables que desearíamos olvidar con todas nuestras ganas? ¿Por qué cuando no queremos que se desvanezca el rostro de esa persona que ya no está en nuestras vidas, la imagen se distorsiona con el paso de los años hasta el punto de dudar sobre los rasgos que la caracterizaban, y que sin ayuda de una foto, somos incapaces de recordar? ¡Qué preguntitas más complicadas! ¡Y sin saber si existen respuestas coherentes! Me lo pregunto muy a menudo...
Por otro lado, cuando hemos tenido que retener información, ya sea por estudios, trabajo y demás, nos concentramos para que esos datos queden marcados durante una larga temporada, o por un momento, o quizá para toda la vida, en nuestra mente ¿Quién no recuerda alguna lección de pe a pa que tuvo que estudiar en el colegio? ¿O números de teléfono? ¿O, sin ir más lejos, claves y contraseñas? Ahí somos perfectamente conscientes de que estamos memorizando algo que no debemos olvidar, y de hecho, en la mayoría de los casos, jamás olvidamos. Sin embargo, en las vivencias que experimentamos en el día a día, no nos preocupamos de memorizar nada, simplemente las vivimos y ya, mientras que nuestro cerebro, de una forma inconsciente, recopila la información sin que nos demos cuenta, y a la hora de recordar, cuando pasan algunos años, o días o meses, aparecen ya como modo recuerdo sin hacer ningún esfuerzo, pero...quizá, esos recuerdos no sean tal y como sucedieron en realidad, ya que en el momento que se estaban efectuando, no estábamos prestando atención para retenerlos tal y como estaban sucediendo, como ya he dicho antes, hacemos cuando queremos memorizar un dato a consciencia. ¿Me explico?
Por ejemplo, los recuerdos de la niñez, pongamos a la edad de los 3 o 4 años, en los que todavía no somos conscientes de la vida en sí, aunque sepamos que estamos viviendo. Los recuerdos que se manifiestan con esa edad, la mayoría, suelen ser confusos y difuminados, o no, porque en mi caso, suelo recordar con mayor exactitud detalles y contextos de hace años...y no acordarme de lo que almorcé hoy...pero dejemos por el momento el tema de la memoria a largo y corto plazo.
Si por aquel entonces vivimos una experiencia con un abuelo, o alguien cercano a nosotros, que ya no está, al aparecer en modo recuerdo, podemos, sin querer, haber olvidado rasgos o detalles importantes que quizá hiciesen el recuerdo más real, tanto, hasta poder cerrar los ojos y volver al lugar, para volver a vivir esa experiencia a través de nuestra memoria ¿No os ha pasado? Y es entonces cuando dices "Es que puedo oler hasta su perfume" Es una regresión en toda regla, pero... ¿Real o irreal? El recuerdo está ahí, en nuestro cerebro, lo que no sabemos es si la misma mente lo ha conservado tal y como ocurrió, o le ha añadido esos detallitos mínimos para poder hacer que sean más reales. Entonces ¿Qué ocurrió realmente? ¿Hasta que punto el recuerdo es la escenificación de una vivencia del pasado? Porque cuando se dice que la memoria juega malas pasadas...se refiere a esto indudablemente ¿Y qué ocurre cuando dos personas comparten un mismo recuerdo? Si la otra persona aporta información que a ti te faltaba, es muy bueno, ya que puede ayudarte a recordar mejor, pero ¿Y si esa información está defectuosa porque la mente de esa persona trabaja de forma diferente a la tuya y te aporta detalles que no existieron? ¿Distorsionas tus recuerdos? ¿Eres consciente de ello? ¿Te paras a pensarlo o das por hecho que al recordarlo otra persona fue real? ¡Uff que lio!
Podemos decir que tanto la memoria como lo que abarca es algo puramente inestable, no puedes demostrar con exactitud lo que tú recuerdas asentando que fuese tal y como lo recuerdas, tampoco existen pruebas evidentes, solo lo que tu cerebro te proporciona, pero incluso tú, puedes equivocarte aunque lo veas claro en tu cabeza. Quizá estas eventualidades nos sucedan más a las personas de mi generación y anteriores, ya que hoy día con los móviles, las grabaciones y demás, recordar algo en grupo y certificar la verdad...no es tan complicado, ya que recurres a un video o similar, y sales de dudas sin problemas, sí ya...pensaréis algunos ¡Cómo si continuamente estuviésemos siendo grabados o grabemos nosotros mismos diariamente nuestras vidas! Bueno...no todo el mundo, por suerte, pero la mayoría...tienen sus vidas recopiladas en redes sociales...aceptémoslo, son otros tiempos.
¿Y qué ocurre cuando expresas un recuerdo con otra persona, y ésta, no lo recuerda? ¿No ocurrió entonces? ¿Se borra de la existencia? Pero...yo lo recuerdo, piensas ¿Cómo no puede acordarse fulanito? ¿Es que no fue igual de importante para menganito que para mí? ¿O es que yo le di una importancia inoportuna? ¡Esto si que es verdaderamente frustrante! Sobre todo si ese recuerdo lo guardas como algo importante, y al comunicarlo, descubres que solo fue importante para ti...ahí juegas diversos papeles. Por una parte, la incógnita de lo verdaderamente ocurrido, te planteas si la mayor parte del recuerdo es producto de tu imaginación y del trabajo que ha ido realizando tu memoria a lo largo del tiempo para darle forma; y por otra parte, intentas deducir hasta qué punto eres importante para esa persona y por qué no guarda el mismo recuerdo que tú ¡Vaya comedero de cabeza por algo que pertenece al pasado! ¿No? Bueno...pero es que el pasado, aunque haya pasado (guiño a la redundancia) forma parte y actúa en nuestro presente queramos o no, y si a la hora de compartir ese recuerdo con cierta persona, te das cuenta de que no le dio la misma valoración...¿Te planteas seguir viviendo experiencias con ese mismo individuo a sabiendas que en un futuro no lo recordará? o ¿Igualmente sigues viviendo experiencias comunes porque tú sí serás capaz de recordarlas y eso te satisface? Meditemos. ¿Tiene algún sentido? 
Personalmente...a mí...me suele dar pena...porque quizá esos recuerdos son mi esperanza de que cuando yo ya no esté, o la otra persona, de una forma o de otra, seguiré existiendo en su mente, o al contrario. Pero claro, es evidente que no puedes hacer nada, porque no puedes pretender controlar los recuerdos de otra persona, principalmente, porque no eres capaz ni de controlar los propios. Igualmente no puedes evitar hacerte la pregunta, y sin querer, entramos en un bucle extraño dónde no aparece respuesta por ningún lado, solo se crea una paranoia incontrolable que, a veces, hace que tu mente estalle de impotencia, sobre todo para las personas que les gusta mantenerlo todo atado y controlado, al menos en base a los recuerdos.
Salgamos de ese bucle...ya que hemos deducido que no nos llevará a ninguna parte...
Entonces...¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Qué sentido tiene la vida? Vivimos día a día experiencias, rutinas, momentos...que más adelante serán recuerdos, más o menos reales, que podremos compartir a sabiendas de que coincidan o no, pero...¿Con qué fin? Si estás disfrutando de un momento, por ejemplo un viaje, y lo vives en el momento lo más intensamente que puedes ¿Lo haces para poder recordarlo? ¿O lo vives y ya? Pero si lo vives y ya, y luego lo olvidas...¿No es como si no hubiese existido? ¿Entonces para que lo vives? Por ende...puedes imaginarlo directamente, total...luego lo expones como un recuerdo y listo, nadie podrá decirte si eso ocurrió o no. Ya...pero no es lo mismo ¿No? ¿No es lo mismo? Un poco sí ¿No? Si antes hemos dicho que vivimos una circunstancia y luego, con el paso del tiempo, unos la recuerdan pero otros no, ¿No es lo mismo inventarnos esa circunstancia y a la hora de recordar dejar que nuestra imaginación haga su magia? ¿Quién puede viajar al pasado de forma presencial y real para verificar tal recuerdo? Y sin embargo, en nuestra mente, el recuerdo está, si ya...pero en la mente de los otros no porque nunca pasó ¡Eh! Pero es que antes también hemos dicho que tú recordabas una vivencia y menganito no, y sin embargo, sí sabemos que ocurrió de verdad ¿Cuál es la verdad? ¿Qué mas da, entonces, si vivimos algo o no? Si siempre podemos recurrir a nuestra mente y dejar que sea ella subconscientemente la que nos implante los recuerdos. Supongo que habréis escuchado, en más de una ocasión, eso de "Existe mi verdad, tu verdad, y la verdad"  Pues eso...
Analizando... podríamos preguntarnos ahora ¿Vinimos a este mundo para vivir en sociedad? ¿O podríamos, perfectamente, vivir individualmente sin tener que depender de nadie más? Si quiero un recuerdo contigo, me lo invento, total...si lo vivimos no lo vas a recordar...¿No sería algo así? jejeje...Espero que no os estéis rayando
Sé que el tema llama a la confusión, y que es tan, tan, tan real, que puede llegar a resultar surrealista jejeje ¡Me encanta el juego de palabras! 
Planteemos otra coyuntura. Dos personas se acaban de conocer, pasan juntos unas horas, y al cabo de una temporada extensa, se vuelven a encontrar ¿Guardan el mismo recuerdo del primer encuentro? No creo... lo más probable es que uno guarde un recuerdo más profundo que el otro, o que quizá no se recuerden ninguno de los dos. Aquí ¿Podríamos decidir si conservar ese recuerdo? Sería lo suyo, ya que fue una situación esporádica, sin importancia, que a ninguno de los dos les incumbe en su vida diaria ¿Y por que no podemos hacerlo? ¿Por qué no podemos excluirlo? Total si no fue importante para nadie, ni aporta nada a nuestra vida rutinaria...¿No está ocupando un espacio importante ese recuerdo inútil que podría estar ocupando otro recuerdo de más envergadura? Quizá mi mente lo recuerda por alguna razón que por el momento desconozco, piensas, pero...¿Y si no? ¿Por qué nuestra mente lo mantiene en la memoria si no sirve para nada? Y tampoco puedes decir, pues lo borro y listo, bueno, lo puedes decir, pero no hacer, al menos yo no puedo jeje es más, si digo o me exijo que voy a olvidar algo...con más ímpetu se graba en mi cerebro...
¡Joder! Pues no entiendo nada. Mi cerebro me pertenece, esta dentro de mi cuerpo, puedo ordenar mis pensamientos, mantener a la mente de forma racional, pero...¿No puedo decidir qué guardar en mi memoria? ¡Que injusticia! ¿Injusticia? ¿Es esa la palabra adecuada para definir lo que estamos disolviendo? Quizá no...pero...no deja de ser una locura, ya el simple planteamiento se convierte en una locura, y si no, estamos en el borde de rozarla, pero...¿Dónde se define con exactitud y detenimiento que un pensamiento o duda se decante más por la cordura que la locura? Ya que lo que estamos tratando es algo real y aparentemente racional ¿Dónde deberíamos de poner límites? o...¿Debemos limitarnos?
Uy, uy...creo que me falta el canto de un duro para llegar al nivel de Rapel...(ese sí que puede hacernos enloquecer a todos...) 
Volvamos a los recuerdos...no parece buena idea rozar ni si quiera el misticismo...al menos, no hoy.

Cuando nacemos, nuestro cerebro no está formado del todo, está operativo, pero nada de lo que ocurra durante los primeros meses de vida lo recordarás. Esto, en parte, también funciona de esa manera para evitar traumas ¿Qué ser humano podría soportar el recuerdo de nacer? Si la misma madre, que esta dando a luz, recurre a químicos para eliminar el dolor del parto, imaginaos cómo se tiene que sentir un bebé que está pasando de vivir en un útero a vivir en el mundo real. Lo pienso y me entra un agobio. Ese momento exacto en que dejas de estar vinculado a los órganos de tu madre para que tus propios órganos, comiencen a trabajar por si solos mientras te decantas entre la vida y la muerte e intentas salir por un agujero estrecho y dificultoso, para poder coger tu primera bocanada de aire ¿Sería agradable recordar ese momento tal cual? Quizá ese sea el motivo de que nuestro cerebro aun no esté desarrollado, como método de protección para nuestro organismo. Aunque...molaría poder recordar los últimos meses en el útero de mamá.
La memoria, como he mencionado al principio del post, es una tema que abarca infinidad de conversaciones, y la mayoría serían a nivel hipotético, ya que es complicado hablar de un tema con exactitud cuando aun existen muchos factores sin resolver sobre el funcionamiento del cerebro, y los datos que se conocen, tampoco pueden ser comprendidos por todos.
A mi es que me resulta un tema muy apasionante que me genera millones de preguntas, la mayoría sin respuestas, lo sé, pero no me importa, aunque tengo que reconocer que sí me frustran jejeje pero bueno, puedo vivir con ello. 
¿Y tú? ¿Qué opinas sobre la memoria y los recuerdos?