LA HOSTELERÍA PISOTEADA

La hostelería ha sido siempre la última mierda.

Para empezar, en los contratos de trabajo, raras veces se pueden apreciar todas las horas trabajadas, y eso el que tenga suerte de tener contrato.

Los sueldos, bajos e irregulares, exentos de pagas extras, descuento del uniforme, abono del transporte y horas extras.

Las condiciones, dependiendo del lugar de trabajo, suelen ser extremas. Sabes cuando entras, pero no cuando sales. Tus días de descanso, principalmente uno, no los escoges tú. Tus vacaciones, por lo general 15 días y al que se las den, tampoco las puedes elegir con total libertad, a veces incluso creando un conflicto con tus compañeros.
Si trabajas como auxiliar, es decir, por horas, debes estar en tensión todos los días durante el horario laboral, porque puedes ser avisado para ir a trabajar en cualquier momento, y cuidado si dices que no, da igual el motivo o la excusa, eso no importa, lo que realmente importa es que has fallado, deberás atenerte a las consecuencias, que suelen ser, o no te llaman más y automáticamente dejas de trabajar para la empresa, o cada vez que vas tienes que soportar malas contestaciones o malas miradas, y ojo, que encima tú te sientes mal por no haber acudido a la llamada, cuando en realidad ha sido por motivos personales totalmente comprensibles por cualquier persona, menos en la hostelería, claro está.

Un camarero/a o cocinero/a jamás puede permitirse estar parado, siempre hay cosas que hacer, y si no las hay, sin problema,limpieza general, sin importar la hora que sea, el cansancio acumulado por el servicio dado o que esta todo más que limpio. Porque como he escuchado tantas veces "No te pago para que estés charlando"
Voy a hacer un inciso con esta frase.

"No te pago para que estés charlando" ¿No os resulta un tanto cómico? La función más destacada del camarero/a, en este caso, es mantener al cliente satisfecho ¿No es verdad? Y todos sabemos que al cliente, sobretodo al que se sienta en la barra, le encanta hablar, intercambiar opinión, reírse...porque va a pasar un buen rato y olvidarse de sus problemas. Por otro lado, si interactúas con él, tienes el privilegio de conocer sus gustos, por lo que las posibilidades de ofrecerle un mejor servicio serán más altas. Además, siendo sinceros, al camarero/a le encanta charlar y disfrutar de esos ratitos con el cliente, es una de las razones por las que adora su trabajo, dejando a parte las relaciones de amistad que pueden nacer entre camarero/a y cliente, que son infinitas.
Efectivamente no nos pagan para charlar, nos pagan... poco.

Seguimos.
En la hostelería siempre tienes que estar al 100%, me explico, si no te encuentras animado/a, te obligas a estarlo; si llevas mas de 12 horas trabajando, apartas el cansancio y sigues; si no soportas a un cliente, te jodes y lo atiendes con normalidad aunque te sientas humillado, es tu trabajo; si tienes planes y la jornada laboral se alarga, te jodes también, ya efectuarás los planes otro día, buena cara y a seguir currando; si llega una mesa con un alto número de comensales, sin reserva y sin avisar con antelación, debes situarlos en el lugar que creas más conveniente, desmontando o desordenando la terraza o el salón, lo más rápido posible, sin agobios y con una sonrisa, pues corres el riesgo que se marchen a otro lugar debido a su impaciencia, y mientras, todos te miran inquisitivamente como cerciorando que sabes organizar las mesas correctamente y no te vas a equivocar; si la cocina cierra a las cuatro, el reloj marca menos cinco y en ese momento entran unos clientes para almorzar, aún sabiendo que vas a echar 2 o 3 horas extras de trabajo y que no las vas a cobrar, tienes que asentir e invitarlos a sentarse, porque eso de que una cocina tenga un horario de cierre..es un bulo, a la gente eso le da igual, sin embargo, sí aceptan el horario de cierre de un supermercado, un banco e incluso una piscina.
Te exigen rapidez, no importa el trabajo que haya, ni la de vueltas que estás dando, eso no lo valora nadie, lo imprescindible es que el cliente no espere. ¿Y por qué esperan horas en la cola de un banco, ayuntamiento o dónde pagan el agua? Sucesos paranormales.

Y por último, el colmo de los colmos, cuando te desahogas expresando todo lo que tienes que soportar en tu trabajo, para intentar crear un poco de empatía y que la gente que no conoce la profesión como tal, se mentalice, te sueltan la frase más maravillosa que puede escuchar un camarero/a "Haber estudiado" Tócate los huevos. El camarero/a o cocinero/a está ahí por necesidad o vocación. La mayoría poseen estudios relacionados con la hostelería, marketing, empresariales o similar, y el que no los tenga, lleva más de 10 años en el mundillo que equivale como un máster en servicio público. Para dedicarse a la hostelería hace falta precisión, rapidez, don de gente, muchísima memoria, poder de organización, autocontrol, hipocresía maquillada, saber estar, psicología y lo más importante, que te guste, si no aprecias tu trabajo...no sirves para la hostelería.

Habrá mil quejas más, he definido las más comunes, espero que no se me haya olvidado ninguna importante.

Arrastrando todo lo anteriormente escrito durante años, ahora, debido a la pandemia que estamos sufriendo y a las medidas que el Gobierno ha decidido tomar, la hostelería es el sector más afectado.
Los trabajadores, siempre con excepciones, se han visto obligados a vivir de un erte, que en la mayoría de los casos, ha sido llamativamente bajo. Cuando digo bajo, hablo de unos 200 euros. ¿Cómo puede una familia vivir con esta cantidad mínima? y no solo una familia, una persona que viva sola. Vamos a analizarlo. Si una persona paga de alquiler o hipoteca 400 euros(media estipulada), más luz y agua que puede rondar por los 100 euros (la suma de las dos), más comida, más otros gastos como seguros o similar, pongamos que tenga un total de gastos entre 500 o 600 euros, ¿Puede alguien explicar como carajo ha hecho el gobierno las cuentas para respaldar a los trabajadores? ¡Señores que la hostelería nunca ha sido, ni es, ni será como cualquier trabajo!

Los empresarios, principalmente de las pequeñas empresas, han seguido pagando las cuotas de autónomos, los alquileres de los locales con su agua y luz correspondiente, sin obtener beneficios, precediendo las pérdidas por deshacerse de todo el material alimenticio cuando se vieron obligados a cerrar sus negocios. A eso, súmale sus hipotecas o alquileres, con luz y agua, comida y demás gastos. Ahora les permiten abrir los comercios, marcando como normativa general, que sólo se utilice el 30% de la terraza.. Si a ello le añades la renovación del contrato de sus trabajadores, con su cuotas para la seguridad social, los sueldos y volver a tener que comprar mercancía... Vamos a ver, no se si me estoy volviendo tonta o que nos quieren tomar por tontos
¿ A ninguno de los pertenecientes al Gobierno les ha dado por pensar que los gastos superan a las ganancias? Es puro sentido común...
¿Y a que conlleva esta deducción impensable para los mandamases? Pues que muchos restaurantes se están planteando abrir, y ésto a la misma vez, conlleva a que si los bares no abren, los trabajadores no curran, seguirán sin poder afrontar sus facturas, les costará encontrar otro trabajo...
Y todo esto sin contar el malestar mental que la situación produce, y todos sabemos que los problemas que quitan el sueño, son los de dinero o los de conciencia. Si no descansas como es debido, tu estado anímico empeora, y a su vez el físico.

En definitiva, no sé como acabará todo, entrando en una nueva crisis imagino. Lo que sí tengo claro es que estoy hasta el coño, y perdón por ser tan soez, pero la rabia e impotencia acumulada durante el mes y medio que llevo encerrada, tiene que salir por algún lado. Estoy cansada de la mala gestión, de la poca consideración con los que pertenecemos a esta rama, que seamos siempre los últimos y que nadie nos valore como es debido.
Injusto y surrealista.

Todos los camareros/as, cocineros/as y empresarios/as no dejemos que nos manipulen una vez más, alcemos la voz, que todo el mundo se entere de hasta donde puede llegar nuestro gremio, que si somos capaces de aguantar 14 horas de trabajo seguidas manteniendo una sonrisa en el rostro, somos capaces de cualquier cosa. ¡Ya nos han pisoteado bastante! ¡Seamos nosotros los que pisemos fuerte por una vez!

¡Mucho ánimo y fuerza compañeros hosteleros!