TU CAMINO

A ti, soñadora impertinente, mujer que vives en el recuerdo hundido, a ti, que siempre lideras batallas perdidas, que luchas sin fuerzas en los brazos pero con valentía en el corazón. A ti, amiga inseparable, que nunca dejas que agache la cabeza, haces que mire al frente como lo que soy, yo misma.
Mujer insaciable de amor, que busca una mente que la entienda. A ti, domadora de la verdad absoluta, que esquivas la mentira como si fueran dagas.
Mujer valiente, luchadora, capaz de todo lo qe te propongas, sincera, encantadora, independiente, fuerte, soñadora, exigente, perseverante, amante inigualable, cariñosa, paciente e impaciente a la vez. A ti, mi sombra, mi conciencia, mi yo interior, quiero decirte "VIVE"
Vive cada momento como si fuese el último, sueña despierta y haz que todo cobre vida. Ríe cuando tengas ganas de llorar, ama cuando tengas ganas de odiar, habla cuando te manden callar, porque solo tú, eres dueña de tus actos, de tu vida; solo tú, decides por ti misma, solo tú, tienes ese derecho y privilegio.
Olvida cuando te obliguen a recordar, no escuches si no hay nada que quieras oír, corre si te piden que vayas despacio, y pasea si prisa te están exigiendo.
Canta aunque tu voz este quebrada, baila sin zapatos, no los necesitas, tus pies marcan el ritmo más conveniente para ti.
Busca tú misma las piedras con las que construir tu muro, tu casa, tu morada, donde estarás segura, ¡Pero recuerda! No pongas piedras que te regalen los demás, solo las que elijas tú, aguantarán cualquier ataque o invasión, hay que estar preparadas, porque en esta vida de todo puede pasar.
¿Por qué no empiezas a valorarte como te mereces?
¿Por qué luchas por conocer la opinión de los demás?
¿Por qué le das importancia a comentarios que no te definen?

Empieza a creer en ti misma, empieza a cumplir tus sueños, no te pares en el camino para ver quien te acompaña, ¡Sigue! Paso a paso, alcanza el sueño cumplido, aunque sea sola, no necesitas a nadie para tener lo que deseas. Si lo quieres ¡Cógelo!

No permitas que disfruten de tu presencia los que no te quieren, los que no te valoran, tú vales muchísimo y debes aprender a demostrarlo, pero no a los demás, si no a tu propio corazón.

Quien no quiera quererte, que siga su camino, procura que no ponga piedras en el tuyo, y si es así, ¡Saltalas! ¡Rodealas! o ¡Lánzalas lejos de ti! Pero nunca retrocedas por una piedra que no has colocado tú. Recuerda que al igual que la han puesto, se puede quitar.

Recuerda que es TU CAMINO,  que son tus piedras y que todo lo que suceda ahí, está bajo tu consentimiento, no lo olvides, TU CAMINO.

Sé que estás cansada, en el límite y que ya no puedes más. Estás harta de darlo todo por los demás, y luego, no recibir nada. Harta de escuchar, entender y aconsejar para no recibir lo mismo. Estás harta de luchar y poner empeño por algo que solo puede elevarse con ayuda mútua, y no individualmente.
Harta de mentiras y engaños, cuando eres la primera en no ocultar ninguna de tus caras. Estás harta de secretos y misterios que no permiten conocer a la persona, cuando tu misma, desvelas tus mayores miedos. Harta de escuchar la palabra sinceridad, cuando solo se queda en eso, una palabra. Estás harta, y mucho, y cada vez te cuesta más confiar, o creer lo más sencillo.

Hay veces que piensas huir, lo sé, huir lejos y empezar de cero, pero el miedo a equivocarte te frena. No huyas, huir es de cobardes, y nosotras siempre hemos sido valientes. No huyas, afronta todo lo que venga, decide todo lo que puedas, y recuerda, es TU CAMINO.

Mi consejo, fiel amiga, es que te centres en lo que realmente quieres que sea tu vida. Valora los detalles más insignificantes, como una sonrisa que no pide nada a cambio, como la iluminación de la luna cada noche, como una caricia mientras ves la televisión, como un beso en la mejilla...

Valora y sé feliz, porque solo tú puedes conseguirlo. Porque solo tú andas en tu camino.

¡VIVE!

FELICES VACACIONES, MADRE TIERRA

La tierra, nuestra tierra, se ha ido de vacaciones, dejando un enorme vacío en nuestras vidas.
Tras años soportando invasiones de plástico en sus mares, fuegos intencionados en sus bosques, maltrato y extinción de todas sus mascotas, contaminación de su aire puro, el que nos mantiene con vida, y el interminable allanamiento de sus zonas rurales y vegetales; al fin ha decidido marcharse de vacaciones, pensando, por una vez, en ella misma, condenando a la humanidad con una lección de moral y solidaridad.

Añoro pasear por las playas de mi pueblo, sentir el aire salado alimentando mi piel, mientras gaviotas azuladas sobrevuelan mi cabeza adornando los silencios de un mar en calma.

Añoro la cálida sensación que me regala el sol con cada paso por sus costas, bronceando centímetros de mi cuerpo relajado.

Añoro que un trocito de océano, el que pertenece a mi rincón alejado, masajee mis pies descalzos y cansados, a la vez que me embauca con su melodía sin letra para cantar.

Añoro visitar a la noche, acompañada de la luna, contar las estrellas tumbada en la playa que me ha visto crecer, en una soledad acogedora, en un paraíso hecho para mi. Cerrar los ojos y dejarme arrastrar por la marea de mis pensamientos.

Añoro la fragancia devastadora del pinar, caminar entre los árboles y dejar que sean los pajarillos quienes marquen mis pasos.

Añoro la libertad, sentirme dueña de mis propias decisiones, poder ir aquí o allí siendo libre, siendo yo.

Añoro escapar hacia la montaña, buscando un refugio para despistar a la bahía que enamora mis sentidos.

Añoro a mi familia, el olor que desprende cada uno de ellos, de sus casas, de sus comidas. Observarlos de cerca para no perderme detalle de sus emociones, de sus risas a carcajadas, de sus lágrimas de fuerza, de la expresiones de enfado, o simplemente disfrutar del silencio junto a ellos.

Añoro a mis amigos y amigas, estar sentados en la terraza de un bar y sucumbir a la crítica dócil que nos hace únicos.

Y por último, me añoro a mi misma, siento que me pierdo en una rutina que no es apta para mi, en unas normas que sentencian mi alegría, mi saber estar. Cuatro paredes de un hogar deseado antaño, y que ahora, ahogan mis fuerzas, mis esperanzas para salir de todo esto, mi sensatez olvidada y mi paciencia desesperada. He llegado al punto no de no soportarme, necesito huir de éste alter ego creado a la fuerza por una época de contagio. Me echo de menos, necesito que vuelva mi ser, mi libertad, aquella que labró su personalidad para no perderse jamás, y que ahora, a su pesar, me ha abandonado.

A pesar de todo, madre tierra, te deseo unas felices vacaciones, te las mereces.