Libertad de expresión

Datos personales

Mi foto
Todos los seres viven unos instantes de éxtasis que señalan el momento culminante de su vida, el instante supremo de la existencia; y el éxtasis brota en la plenitud de la existencia pero con completo olvido de la existencia misma. "LA LLAMADA DE LA SELVA" JACK LONDON

23.3.21

LO QUE NADIE SABE: Detrás de las cámaras

Aún estoy..que no me lo creo.
Lo que comenzó siendo un sueño inalcanzable, ayer se convirtió en una visión más cercana de la meta, y es que al final va a resultar cierto eso que dicen "El que la sigue la consigue" 
Cuando me ofrecieron, así como el que no quiere la cosa, la oportunidad de poder realizar la presentación de mi libro, pensé que nunca llegaría a efectuarse, que todo quedaría en eso, una proposición. Sin embargo, la vida quiso hacerme un maravilloso regalo, quiso ofrecerme la posibilidad de cumplir un sueño, EL SUEÑO, MI SUEÑO. Y el procedimiento se puso en marcha, fijando fecha y hora.
Una semana justo antes del día indicado, para hacerlo casi perfecto, me dediqué día a día todas las horas libres que el trabajo me permitía, a ensayar la presentación. Era una gran oportunidad, y quizá ese tren no volvería a pasar para recogerme, así que debía emplearme bien a fondo para demostrar que nací para esto.
Escribí una especie de guión, para enfocar de la forma más correcta el contenido que deseaba transmitir, y así evitar equivocaciones o repeticiones. Cabe destacar que era la primera vez que hacía algo así, es decir, era la primera vez que me exponía a un público desconocido a través de una cámara, para hablar de un libro que había escrito yo. ¡Es que todavía lo digo en voz alta y no me lo creo!
Ensayaba una y otra vez, no me importaba el cansancio acumulado en el cuerpo debido a las horas de trabajo, sabía que sería duro no poder disfrutar de mi familia, conocía a la perfección todo el esfuerzo que debía hacer, y seguía ensayando, practicando, una vez tras otra, hasta quedarme afónica. Repetía el discurso hasta el límite de aborrecerlo, pero debía hacerlo, debía incrustar en mi subconsciente cada palabra elegida para pronunciar en el directo. 
Practicaba frente al espejo, mentalmente mientras atendía a los clientes, grabando con mi móvil, delante de mi pareja, ¡Hasta con el gato! Y todo me parecía insuficiente. Necesitaba más tiempo, más ensayo, y es que soy tan persistente...que pensaba que de un momento a otro me volvería loca.
Cuanto más se aproximaba el día, más nervios se acumulaban en mi estómago, tanto, que el sueño me abandonó por las noches, una ansiedad se apoderó de todo mi cuerpo, y mi apetito se esfumó como el humo de un cigarro. No importaba, había soñado tantas veces con este momento, que cualquier sufrimiento era mínimo.
24 horas con un único pensamiento en la cabeza, La presentación del libro, obsesionada hasta el punto de perder la percepción real y comenzar a adentrarme en otra dimensión irreal. Tranquilos, no llegué a perder el juicio, o eso creo.
Y llegó el día. Era pensar en verme allí sentada, con una cámara enfocando, expuesta a personas desconocidas...y mi cuerpo temblaba de manera desorbitada, incontrolable. ¡Qué exagerada! Pensaréis. Pues no, esta vez no estoy exagerando, en todo caso quitando hierro al asunto, porque os aseguro que si alguno hubiese estado dentro de mi organismo, se hubiese echado las manos a la cabeza.
También podéis pensar...tampoco es para tanto, vas, te sientas, dices lo que tengas que decir y listo. ¿No? Pues no, jeje. Si hubiese tenido que ir para hablar de algo ajeno a mi, o algo dictaminado por otra persona, quizá si hubiese sido así, fácil y sencillo, sin ningún tipo de nervios. Pero el simple hecho de hablar sobre algo mio, y el pensar que la gente se iba a conectar para verme a mi, ¡A Mi! ya me ponía los vellos de punta, y me creaba una inseguridad...que no se la deseo a nadie. ¿Por qué? Pues porque pienso que no soy ni importante ni interesante, una muchacha más que intenta luchar por conseguir un sueño, pero que en realidad, a nadie le importa. O eso pensaba, ya he comprobado que andaba equivocada.
Bueno a lo que iba, llegó el día. Me levanté super emocionada, con muchas ganas, por primera vez me pondría a prueba de verdad, vería hasta dónde soy capaz de llegar, y lo más importante, sabría de una vez por todas si sería capaz de hacerlo.
Segundos antes de comenzar el directo, mientras observaba como la compañera aseguraba que todo estaba en orden, y mi compañero se colocaba bien, me pregunté: ¿Qué hago aquí? Y siendo sincera, me entraron unas ganas enormes de levantarme y largarme de allí. En seguida me di cuenta que eran mis propios miedos los que controlaban mi mente, habían creado una capa tan espesa, que distorsionaban el verdadero motivo por el que estaba allí sentada. Así que respiré hondo, pensé en todas las personas que confiaban en mi y me apoyaban, creí en mi misma, cogí fuerzas y me dije: Si la vida te ha planteado esta situación, es porque puedes hacerlo.
Efectivamente, pude hacerlo. En cuanto comencé a hablar, sentí que mi boca pronunciaba las palabras como si estuviese mecanizada, como si alguien desde otro lugar, controlara todo cuanto tenía que decir. Me sentí segura, perfectamente capacitada para aquel evento. Los nervios fueron evaporándose como el agua cuando se calienta, el miedo se marchó sin dejar rastro, y todo fluyó de manera tan natural que comencé a desear que aquel momento no acabara nunca.


Una experiencia inolvidable. Me siento muy orgullosa de mi misma, he vencido un gran miedo. Y ahora...me siento capaz de cualquier cosa, es como si el miedo me hubiese abandonado para siempre, como si me sintiese invencible para cada aventura que me tiene preparada la vida. Me siento tan feliz...

Ayer por la noche, tumbada en la cama para dejarme vencer por el cansancio y dormir tranquila después de una semana agotadora, mientras visualizaba y recordaba el día tan intenso que había vivido, quise compararme con aquella niña de hace 20 años. Esa chiquilla que se ponía nerviosa y a llorar cada vez que su madre la mandaba a comprar el pan. Aquella niña que era incapaz de colocarse frente a su clase y leer en voz alta, que evitaba mirar a los ojos por miedo a llamar la atención, que sufría cuando se veía involucrada en una reunión de más de cuatro personas. Aquella criatura inocente que guardaba tanta vergüenza en su interior, que incluso evitaba mirarse al espejo. Y pensé en la mujer en la que me había convertido, fuerte, luchadora, moldeando a la timidez hasta darle forma de confianza, derribando obstáculos y guardando en una botella de cristal todas las inseguridades, para luego, tirarla al mar.
Por este motivo, desde aquí, doy ánimos y fuerza a todas aquellas personas que luchan por cumplir un sueño, a todas las personas que se limitan y se dejan vencer por un miedo inexistente, un miedo que ha provocado su propio corazón. Creed en vosotros mismos, nunca os deis por vencidos, y sobretodo, cuando penséis que no podéis, apartar esos pensamientos nefastos de vuestra mente, y concentraros en lo que verdaderamente deseáis, os aseguro que si yo he podido...cualquiera puede; solo hay que confiar en uno mismo, ser paciente y no rendirse jamás.

Aquí os dejo el enlace para que podáis ver la presentación, puede que se vea un poco pixelado, no se el motivo, al menos el audio es bueno que es lo importante. Y nada, espero que disfrutéis.