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Todos los seres viven unos instantes de éxtasis que señalan el momento culminante de su vida, el instante supremo de la existencia; y el éxtasis brota en la plenitud de la existencia pero con completo olvido de la existencia misma. "LA LLAMADA DE LA SELVA" JACK LONDON

15.10.22

Divagando

 Pensar más en uno mismo que en los demás, ¿Es considerado como egoísmo? Y si, por el contrario, ¿se piensa más en los demás que en uno mismo? ¿Cómo se denominaría?

Anteponer tus necesidades a la de los demás siempre ha sido considerado egoísta, una persona que solo piensa y se considera a sí mismo. Una persona que va por la vida sin preocuparse nada más que de su ombligo. Es que yo...pero es que a mi...yo...yo...y yo. En el fondo ¿Es tan malo? Es decir, observando en los tiempos que vivimos, que todos van con la cabeza incrustada en un aparato electrónico, sin ser capaces de mirar a su alrededor, sin ser capaces de observar...la vida. Donde importa más una foto sonriente con un fondo espectacular, que la persona que intenta sostener la cámara. Un enfoque desenfocado de la realidad. Se nos ha olvidado compartir momentos y sentimientos si no es a través de una red social. Oye ayer subí una foto y no le diste me gusta. No perdona, no hace falta dar me gusta a una foto cuando aquel momento lo vivimos juntos, ya sabes que me gusta, ya sabes que lo disfruté, ¿Por qué habría de darle a un botoncito que no dice nada de mi? Que no expresa lo que sentí en aquel momento, nada, un simple me gusta que hará que tu foto se mantenga en rotación unos cuantos días, a vista de todos, por las redes sociales, y ¿Sabes que es lo peor? Tristemente, esa acción hará que te sientas una persona estupenda, popular, pensarás que a todos les gustas, que todos desean que te vaya bien. MENTIRA. Una gran mentira enmascarada de postureo y falsedad contagiosa. ¿Estarán esas mismas personas a tu lado, pasando la noche en vela junto a ti, cuando estés mal, cuando te sientas solo? Dime entonces, ¿Qué harás con todos esos me gustas? ¿Te consolarás con ellos? ¿Te abrazarás a ellos? NO. Solo quedarán marcados para, en pocos días, no importarle a nadie. ¿Quién recordará la foto? Sin embargo, el momento vivido, la experiencia compartida, el sentimiento, la sensación, todo eso, sí quedará guardado y marcado en ti, en las personas que lo vivieron contigo, esas mismas personas que no quisieron dar me gusta a tu foto subida, porque lo ven inútil, ven reflejado un forma estúpida de decirle a alguien que le importas. Aún así, seguirás pensando ¿Cuántos me gustas tendrá mi foto?

Ser una persona egoísta, es carecer de empatía, es que te resbale todo de todos, solo te importa tu bienestar, y si para conseguirlo, tienes que lastimar, dañar o perjudicar a otra persona, te da igual, porque sientes que debes quererte más a ti que a nadie, porque te consideras mejor que nadie. El narcisismo disfrazado de Halloween.

Hablemos ahora de la persona que se esfuerza más en mantener a los demás felices, que a si mismo. Esa persona a la que no le importa ser pisoteada con tal, de no quedar mal, con el único objetivo de que los que los rodean se sientan queridos, incluso si llegamos al caso extremo de la humillación. Esas personas que para sentirse bien, para sentirse queridas e integradas, se esfuerzan tanto en mantener a los demás contentos, que se olvidan de lo que realmente les conviene a ellos, de lo que realmente necesitan. Y les da igual, les da igual ser utilizados, porque se sentirán bien consigo mismos, pensarán que son mejores personas por "ayudar" a otras. Dicho de otra manera, me quitaré el pan y pasaré hambre para que tú puedas comer hoy, y mañana, y pasado. En lugar de partir el pan en dos y poder comer ambos, aunque sea un solo día.

Ni un extremo ni otro. Ni ser egoísta o no serlo. Existe un punto intermedio, desconocido actualmente por la sociedad, o quizá sea conocido pero no ha recibido los me gustas suficientes como para que la gente lo apoye. El caso es que se puede vivir pensando en uno mismo, pero teniendo en cuenta los sentimientos de los demás. No se trata de anteponerte a nadie, ni que nadie sea mas que tú. Se trata de vivir en armonía, primero con uno mismo, y luego, con los demás. Intentar buscar la felicidad sin pisotear a nadie, sin menospreciarte ante cualquiera. Quiérete queriendo a los demás.

Si eres una persona bondadosa, que te preocupan los demás, independientemente que sean de tu entorno o no, no seas gilipollas. Da, pero no olvides también recibir. No digo que debamos pedir nada a cambio, pues cuando ayudas a alguien, lo haces desde el corazón. Pero sí que nos tengamos más en cuenta a nosotros mismos. Oye amigo, yo te ayudo pero no soy  gilipollas. Te doy la mano y al final pierdo el brazo entero, y ni un gracias. Eso tampoco. 

En fin, divagaciones que se le pasa a una por la cabeza, cuando tratas con personas que no sabes por donde cogerlas, y al final, acabas escribiendo un pensamiento, extravagante, ilógico, sin sentido... sobre las personas egoístas y las que no lo son. Quizá porque te autoanalizas a ti misma, te preguntas si estás actuando correctamente o no. Si piensas más en ti, ¿Soy egoísta? Pero joder, si pienso más en los demás...y a los demás les importa una mierda que yo piense en ellos o no ¿Soy, entonces, gilipollas? Y de repente no sabes donde encasillarte, hasta que te das cuenta que no importa donde te encasilles tú, porque serán los demás los encargados de hacerlo por ti, siendo finalmente su opinión la que marque tu estado de ánimo, la que te hunda, o la que te haga sentirte fuerte, porque, queridos amigos, en estos tiempos, aunque intentemos ser egoístas, no sabemos vivir sin la opinión ajena. La necesitamos, la anhelamos como el agua en un día de agosto. Nos interesa mucho más lo que opinen de nosotros, que lo que nosotros podamos opinar de nosotros mismos. ¡Como si no fuésemos capaces de autodefinirnos como personas! Cuando verdaderamente, somo los únicos que podemos juzgarnos, encasillarnos, decidir y ser o no ser egoístas. 

Tú decides quien quieres ser, y solo tú, acarreas con las consecuencias.



7 comentarios:

  1. Lo has dicho tan bien que no hace falta poner comas y puntos. Me quedo con una frase que siempre me al autoaplicado, para querer a los demás debo quererme a mi misma .
    La vida es un balanza recíproca, si una de ellas sube más que la otra es que algo no funciona bien.
    Vivimos en un mundo donde vale más una pose y unos dientes profiden que un buenos días tomando una taza de café.
    Te mando un abrazo y me alegro mucho de volver a leerte.

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    1. Pues sí, primero hay que aprender a quererse a uno mismo, y luego, el querer a los demás, sale solo, porque te respetas y eso, inevitablemente, hace que respetes a los demás.
      Me apunto lo de la balanza recíproca, es una forma muy clara y sencilla de definir lo que realmente quería plasmar.
      Desgraciadamente...esta sociedad cada vez se entierra más en las apariencias que en lo verdaderamente importante, y aunque es triste, es lo que nos ha tocado vivir, es el mundo de hoy día. Menos mal que aún quedan personas como tú, que por lo que leo en tus comentarios y en tus entradas, aún le quedan valores de verdad, y no esos superficiales que están atontando a la gente.
      Muchas gracias por seguir leyendo mis entradas y por comentarlas.
      ¡Un fuerte abrazo!

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  2. Yo viví muchos años sin saber decir "no" me perjudique y me negué tantas veces... a veces por el que dirán, otras por compasión... hasta que un día el saco se llenó. Empecé a negarme a lo que firmemente creía que no me correspondía o a lo que me parecía que me perjudicaba claramente y qué liberación!!!. Hoy puedo parecer rara, egoísta... pero soy mucho más feliz de lo que era antes, procuro no ofender ni dañar, pero me atiendo como es debido y no solo he ganado yo, mi entorno cercano cuenta con una persona que no está sobrepasada y tiene paciencia y buen humor, un cambio muy positivo en mi opinión.

    Me alegra saber de ti, divagar es una manera de ordenar las ideas, algo muy necesario creo yo. Un abrazo.

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    1. A veces por el miedo de ofender a otra persona, por intentar encajar, decimos o hacemos cosas que nos hacen sentir mal, de hecho, por eso escribí esta entrada, porque acababa de pasar por una etapa parecida, y como tú, también dije basta.
      Opté por no hacerme responsable de los comentarios, decisiones o actos de los demás, empecé a escucharme a mi misma, y como bien has dicho, intentando siempre no dañar ni ofender a nadie.
      Entiendo que digas que puedes parecer rara, así me he sentido yo toda mi vida, y realmente no es ser rara, por mucho que los demás insistan jeje, quizá los raros son los otros y nosotras estamos en la normalidad jeje. ¡Hay que intentar buscar la felicidad siempre! Que para disgustos...ya esta la vida.
      Sí...he estado un poco perdida y ocupada, pero siempre intento volver al blog, me ha dado tantos buenos momentos...que no me gustaría desatenderlo.
      ¡Un abrazo!

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  4. Tu texto está compuesto por un conjunto de reflexiones coherentes y trascendentales que refieren dos aspectos diametralmente opuestos de la conducta humana, como son el egoísmo y el altruismo. Observando en ellos, sus implicancias, efectos y consecuencias.
    El amor propio es bueno y necesario, otorga seguridad, perseverancia, coraje, carácter, además de proyectar respeto, liderazgo, fuerza interior, incluso admiración. “Pero” como todo extremo es malo, el excesivo amor propio se convierte en egoísmo, donde se pierden los valores, los escrúpulos, brota la codicia, la ingratitud, el abuso, se pisotean los derechos y sentimientos de terceros con tal de beneficiarse a sí mismo, buscando llegar al objetivo sin importar los medios.
    El altruismo es una conducta que busca el bienestar de los demás sin esperar nada a cambio, llegando incluso a sacrificar su propia comodidad. Son pilares de la sociedad que, se ganan el respeto y cariño de la gente, son benefactores cuya presencia es siempre grata y necesaria en cualquier sociedad del mundo. “Pero” como todo extremo es malo, el excesivo altruismo degrada a la persona de servicial a servil, pasa de apoyar a mantener, de proteger a encubrir, de dar oportunidad a regalarla, o incluso de infligir daños inadmisibles a sí mismo o a su entorno familiar con tal de “ayudar” a terceros. Convirtiéndose (usualmente) en “blanco” de estafadores, vividores y víctima de degradaciones y humillaciones, que recibe por hacer (equivocadamente) el bien, sin darse cuenta de que está promoviendo o alimentando el mal y la malicia de otra gente.
    Toda persona ha de tener amor propio y manifestar acciones altruistas en su vida, lo que no debe permitirse es caer en los excesos por ambos lados. Ni tan egoísta que pisotee al resto, ni tan humilde que lo pisoteen a él.
    Agradezco el tema que has desarrollado, pues invita a mirarse internamente y recordar lo importante que es el equilibrio de estas dos manifestaciones de la conducta humana. Además, esta obra en sí misma demuestra tu fuerza de carácter, pues argumentas con coraje y sin temor tu punto de vista. Y de otro lado, demuestras tu humildad al titularlo “Divagaciones” cuando bien pudiste llamarlo “Filosofando” (porque eso es lo que hiciste)
    Otra vez… ¡Mil gracias por compartir!

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    1. Literalmente...me has dejado sin palabras, y ya es complicado dejarme a mí sin palabras jeje.
      Agradezco la explicación, tan bien desarrollada, entre esas dos palabras que se contrarrestan sin están juntas, egoísmo y altruismo, mejor definido imposible. Posees una retórica admirable, y me encanta que la expreses en mi blog, es un lujo abrir la entrada y ver comentarios como éste al final del post.
      Muchas gracias también por los elogios que me das, una hace lo que puede, si tengo que decirte, que siempre escribo desde el corazón, y no para agradar a nadie, ni si quiera a mi misma, escribo así porque creo en la palabra, en la libertad de expresión, en la variedad de opinión, y aunque a veces piense que mi opinión sea la correcta, acepto a la contrarias con los brazos abiertos, porque siempre acabo aprendiendo de ellas.
      ¡Mil gracias a ti por comentar cada entrada con tanta dedicación! Me enorgullece saber que entre mis lectores, estás tú.
      ¡No dejes de leerme! jeje
      ¡Un enorme saludo!

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